domingo, 20 de septiembre de 2009

Que sea tu pasión quien venza al miedo y no digas adiós.

Hoy quiero pedir perdón a la sinceridad y a la resignación daré mi orgullo.
Tú, dueña de mi paz, me alejo con temor, al no saber decir lo que siento por tí.
Nada más amanecer, me apetece oír tu voz, y en silencio me he entregado a la esencia de tu voz.
Pero a mi pasión le puede el miedo y te escribo mi adiós.

Se acabo, ya no quiero hablar palabras de amor que no van a más.
Me acostumbraré a vivir en tus recuerdos y algún día me verás.
Y quizás, te acuerdes de mí, el que en el silencio dió todo por tí.
Me faltó el valor para superar mis miedos y ahora te doy mi adiós.

Hoy quiero pedir perdón por esta ingenuidad, perdón por no saber lo que sentías.
Yo, dueña de tu paz, te digo que es muy fácil querer a quien lo da todo,
y te digo tambíen que nada más amanecer yo también quiero oír tu voz.
Tengo miedo de tus miedos y te pido por favor,
que sea tu pasión que venza al miedo y no digas adiós.

Se acabó, ya no quiero hablar, ven y bésame, regálame tu paz.
Te daré el calor de un brillo de luna eterno y en mi pecho dormirás.
Con la voz de mi corazón, que dulces momentos me das con tu olor.
Eres tú sin más todo lo que yo esperaba y le digo adiós a tu adiós.


¿Por qué las cosas buenas pasan tan rápido?
te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

cuéntame tus sentimientos.