domingo, 17 de enero de 2010

i need you

Te escribí una carta más. Una de esas que nunca envié por miedo a perderte, a que pensaras demasiado, a que te cansaras de leer mis tonterías. Nunca le dije nada a nadie.

La rara de los cascabeles, de las calzas a rayas y el pelo de espantapájaros que no sale de casa más que para sacar fotos. La rara que todos creen conocer y juzgar, pero que solo él conoce. Esa soy yo.

Aun así soy feliz, me siento especial, me siento querida, me siento tuya.
Te prometí que nunca me olvidaría de ti, y así será... No hago otra cosa que pensar en ti... No hago otra cosa que querer estar contigo. Te necesito, Te sueño, Te admiro. Lo eres todo bebe.

Forever & Always

domingo, 10 de enero de 2010

missing you

Llevo cinco minutos mirando el reloj. Mis pupilas se mueven en forma de espiral mirando los segundos pasar. La aguja de minutos no avanza, es mirarla, y se para. Me odia. El tiempo se va haciendo algo pesado e insoportable cuando estás lejos...

Sin embargo, no entiendo porque cuando estás cerca el tiempo parece algo tan escurridizo e inalcanzable, corre tan deprisa que es imparable...


Qué difícil es aparentar estar feliz a veces, sacar una sonrisa de donde no hay más que lágrimas y labios llenos de heridas de haber sido mordidos para contener lo que llevas por dentro...

Qué difícil es no sentirse un bicho raro sin la persona con la que compartes todo... Intentando despejarte, hacer cosas, relacionarte, pero por dentro sabiendo que no correspondes donde estás.

Qué fácil parece todo.. Esconderse bajo una sábana y dormir eternamente, hasta que llegue el día que esperas volverle a ver.

Qué fácil parece viajar en el tiempo, volver a los recuerdos, pero no a imaginarlos, si no a vivirlos... Estar a gusto en un sitio, creer en ti... Qué fácil, hasta que lo vives tu y no sabes que hacer.

I need you (L)

lunes, 4 de enero de 2010

con tan solo un recuerdo..

Mi cuerpo era una pluma, no me quedaba agua dentro, había ya caído la última gota por mis ojos cuando me dirigí a la ducha a camuflarme y refugiarme entre más agua.

Intenté asentar cabeza, pero no lo logré. Cabizbaja en mi habitación intentaba recapacitar, respirar hondo, echar marcha atrás en el tiempo, cerrar los ojos, imaginar... y caí.
Me derrumbé sobre la cama, solté el agua que estaba recuperando y me quede dormida instantáneamente, prendida por el olor a su ropa, a su piel, que parecía impregnado permanentemente sobre mis sábanas, esas que un día prometí jamás lavar por si no volvía...

Y apareció de nuevo, sonriéndome como siempre solía, rozando mis labios mientras sostenía mi barbilla y acariciaba mi pelo. Me miró con los ojos fruncidos por esa media sonrisa pícara que siempre conseguía que le devolviera. Me miraba con complicidad, con mucho cariño y felicidad, me cogió la mano de nuevo. Fue entonces cuando me calmé, volví a sentir su respiración sobre mi piel acercándose y me dijo:
-"Hola mi princesa."
-"Te he echado de menos..." contesté triste.
-"Nunca me he ido. La distancia no existe. Siempre que me necesites me tienes a tu lado. Y podrás escuchar diciéndote te quiero cuando lo necesites. Solo mira aquí."
Enganchó su mano con la mía y juntas las puso sobre mi corazón.
-"Éste es mi corazón. Lo tienes tú y cada día late más fuerte."

Rompí a llorar de emoción. Le tenía. Jamás le había perdido, jamás se había ido. Fue cuando noté una lágrima real escurrirse sobre mi boca cuando volví a abrir los ojos, llorosos, y me dí cuenta de que la verdadera magia nunca, nunca se pierde.

Mi magia es tener tu corazón. Mi vida es tener tu corazón y tenerlo es el mayor tesoro. Me das la felicidad.

te amo príncipe (L)